Cuando tienes tu blog, es posible que escribas y opines lo que quieras. Por eso, me doy el gusto de opinar sobe el plan de transporte de santiago: Transantiago.
La llegada de este cambio, ha sacado muchos trapitos al sol. Ahora son notorios problemas que siempre han existido y que en su gran mayoría son causa del explosivo y descontrolado crecimiento y centralización de nuestra capital.
Desde lo mas reciente, en las noticias los periodistas preguntan a las mujeres si es incomodo viajar en metro hoy en día. Qué pregunta! Cuando ha sido cómodo viajar en metro en las horas pic? El manoseo, apretones, hedor y todas las molestias han existido en el metro hace varios años ya en hora punta. Claro que está mal. Pero podemos ver metros de otras ciudades de paises mas desarrollados que incluso deben empujar o habilitar vagones solo para el sexo débil.
“Llevo esperando 20 minutos la micro y no pasa”. Antes uno podía esperar tranquilamente hasta 1 hora o mas en hora punta para poder subir a la pisadera de una micro, si es que no llegaba alguien mas “apresurado” antes. Pero no había ningun cambio al cual culpar, y peor, a quién reclamar? Era un sistema casi impune.
Choferes recorrían Santiago completo por 3 o mas horas entre altos decibeles de ruido, contaminación atmosférica, hedores, asaltos y malos ratos. Se detenían donde querían, lo cual provocaba la molestia de quienes iban apurados. O se pasaban de largo del paradero, lo cual molestaba a quienes se querían bajar. Comprendo por qué nunca una linea de buses salió en el ranking de Great Place to Work. Sin embargo, su mala voluntad y paupérrima calidad de servicio nos hacía inventar hasta chistes e incluso pedir, casi silenciosamente sin manifestaciones ni fogatas, que brindaran un mejor servicio. Será que cuando sabemos que hay una mafia y un sistema vicioso nos conformamos por que sabemos que no obtendremos nada al reclamar?
Académicamente se considera siempre como punto importante el rechazo al cambio. El ser humano es animal de costumbre. Tendemos a quedarnos como estamos sin arriesgarnos a ganar por miedo a perder. Que vuelvan las micros amarillas!
Cada quien sabe lo que opina respecto a esto. Hoy está claro que el transantiago es un problema. Muchas deficiencias se pueden enumerar en su implementación. De las cuales hay bastantes que son parte del paso a producción de cualquier sistema importante. Siempre se considera un período de ajuste. Sin embargo, otras no son perdonables. Es imperdonable que falte construir paraderos. Es imperdonable que aún existan hoyos con trozos de calles. Es imperdonable que no hayan lineas de buses en algunos sectores.
Imaginemos un momento.
“Hoy, tenemos un sistema de transportes limpio, funcional y seguro. Los choferes ya no deben preocuparse de que los asalten, pues no llevan dinero. Su calidad de servicio no es comparable al antiguo sistema. Se acabó el uso de monedas. Ya no debo esperar horas para tomar el bus que me llevará a casa. Tampoco debo pasearme por el centro u otros lugares inhóspitos para llegar a mi destino. Si voy a pagar una cuenta incluso puedo pagar una sola ves si me demoro poco.”
Una muy mala medida que podría tomar por necesidad la gente, es la de no usar el sistema y buscar solución propia. Total, la calle es de todos. Y vamos comprando motitos, motores mosquito para las bicicletas y contaminación en abundancia. Estas maquinas la mayoría con motores pequeños de dos tiempos contaminan mas que un auto pues queman mezcla de combustible y aceite. Hoy somos testigos de la contaminación por parque motociclista paises de oriente.
Y Zamorano? Creo que hizo uno de los peores negocios de su vida. Si estaba tan bien ahí. Neutro. quién lo manda a meterse en las patas de los caballos.
Finalmente uno piensa: Por qué trabajo tan lejos de mi casa? no tengo alternativa. Las distancias se han hecho mayores poco a poco, y casi sin darnos cuenta estamos recorriendo en Santiago para ir al trabajo, lo que podríamos recorrer en menos tiempo para ir a la paya. El plan regulador también tiene cosas que decir en esto. Como decía hace años un profe: “un sistema es como una red de pescar, cuando tomas un nudo de ella y lo tiras, se deforman en distinta medida todas las celdas de la red”. Eso nos pasa hoy, siendo la locomoción colectiva el nudo y el sistema social de la capital una red con desperfectos antes de tirar el nudo.